
A medida que nos acercamos al final de 2025 —nuestro primer año como Melon Breakers— nos encontramos mirando atrás, hacia la chispa que encendió este viaje.
Escribimos esta nota cuando Melon Breakers era solo una visión en un papel. Hoy la compartimos porque estas palabras no son solo nuestra historia; siguen siendo la brújula que guía cada decisión que tomamos. Esto es el porqué hacemos lo que hacemos.
Ya sabes lo que significa "abrir un melón". Es plantear esa conversación necesaria que lleva demasiado tiempo pendiente. En los negocios, todas las empresas tienen melones esperando a ser abiertos: sobre su estrategia, su narrativa de marca, su diseño o su experiencia de usuario (por citar los aspectos en los que podemos ayudar; pero sin duda hay muchos más). Algunas son conscientes de ello. Otras no. Pero la mayoría necesita a alguien que les ayude —o les rete— a meter el cuchillo.
Ahí es donde entramos nosotras.
Llevamos años siendo unas apasionadas "abridoras de melones".
Como antiguas directoras de WANNA, un estudio de branding e interiorismo premiado internacionalmente, aplicábamos esta mentalidad de forma natural —y a menudo incontrolable— en los proyectos de nuestros clientes. Hacíamos preguntas incómodas. Resolvíamos problemas para los que no nos habían contratado oficialmente. A veces, ni siquiera cobrábamos por ello.
Pero nuestro instinto de profundizar —de desafiar, de repensar— ayudaba constantemente a las marcas a prosperar. Muchos de nuestros proyectos más exitosos fueron el resultado de abordar los problemas reales que subyacían bajo el briefing. Y entonces, dirigimos esas preguntas hacia adentro.
¿Qué más podemos ofrecer a nuestros clientes?
¿Es esto todo lo que tenemos para devolver al mundo?
¿Necesitamos un propósito más profundo detrás de nuestro trabajo?
Melonazos, ¿verdad?. Imposible evitarlas.
Tras años de reflexión, tomamos una decisión valiente: cerrar el capítulo de WANNA y abrir uno nuevo. Uno donde pudiéramos canalizar toda nuestra experiencia —abarcando estrategia, narrativa de marca, experiencia de usuario y diseño espacial — para ayudar a las marcas a abordar lo importante. Lo real. Las conversaciones incómodas y pendientes que generan un impacto duradero.
Porque ahora, más que nunca, las marcas tienen un papel que desempeñar. En tiempos de policrisis global, pueden ser empáticas. Responsables. Guiadas por un propósito. Relevantes. O pueden desvanecerse... y nadie se dará cuenta.
Bueno... nosotras sí. Porque creemos en el poder de las marcas. Cada marca tiene el potencial de ser un actor social. Nuestra misión, en Melon Breakers, es aliarnos con los valientes —aquellos dispuestos a enfrentarse a sus desafíos más profundos y crecer a partir de ellos— para crear un impacto positivo y significativo en la las personas, la economía y el planeta. y
La temporada de melones ha llegado. Tenemos la tabla de cortar preparada.
¿Te apuntas?
Con amor,
Cathy & María
Cofundadoras de Melon Breakers
---
As we approach the end of 2025—our first year as Melon Breakers—we find ourselves looking back at the spark that ignited this journey.
We wrote this note when Melon Breakers was just a vision. Today, we share it because these words are not just our history; they are the compass that guides every decision we make. This is why we do what we do.
In Spain, we say someone “opens a melon” (abre un melón) when they bring up a conversation that’s both necessary and long overdue. In business, every company has melons waiting to be opened—about strategy, brand narrative, design, or user experience. Some are aware of it. Others aren't. But most need someone to help—or dare them—to slice it open.
That’s where we come in.
We’ve been passionate melon-openers for years.
As former directors of WANNA, an internationally awarded branding and interior design studio based in Madrid, we applied this mindset naturally—and often uncontrollably—to our clients’ projects. We asked uncomfortable questions. Solved problems we hadn’t officially been hired to solve. Sometimes, we didn’t even charge for it.
But our instinct to go deeper—to challenge, to rethink—consistently helped brands thrive. Many of our most successful projects were the result of addressing the real issues beneath the brief. And then, we turned those questions inward.
What more can we offer our clients?
Is this all we have to give back to the world?
Do we need a deeper purpose behind our work?
Big questions. No avoiding them.
After years of reflection, we made a bold decision: to close the chapter on WANNA and open a new one. One where we can fully channel our expertise—spanning strategy, brand narrative, user experience, and spatial design—into helping brands tackle the big stuff. The real stuff. The uncomfortable, overdue conversations that drive lasting impact.
Because now, more than ever, brands have a role to play. In a time of global polycrisis, they can be empathetic. Responsible. Purpose-driven. Relevant. Or they can fade away—and no one will notice.
Well… we will. Because we believe in the power of brands. Every brand has the potential to be a social actor.
Our mission is to partner with the brave ones—those willing to engage with their deepest challenges and grow from them—to create meaningful, positive impact on culture and society.
Melon season is here. We’ve got our cutting board ready.
Are you in?
With love,
Cathy & María
Co-founders of Melon Breakers